El BriefingCar empieza a estar a punto y, mientras esperamos quien tiene la fortuna de ganar el sorteo de ser su copiloto en la Spring Edition 2023, el flamante Mercedes CLK V8 con 300 CV de tracción trasera ha cubierto con éxito los reconocimientos de la prueba. Hay que mejorar algunos puntos de fiabilidad y resistencia, pero su rendimiento y prestaciones nos han sorprendido de forma notable. No pasa desapercibido…
El proyecto nació de cero. Rui Cabaço, que como recordaréis había conducido el mítico Mercedes 190, quería disponer de otro vehículo de esas características para la labor del BriefingCar en la Maroc Challenge, se personó en Villena, en el Taller de Julio Tomás Competición, para hablar de la posibilidad.
Había que buscar un vehículo de características parecidas, resistente, con más potencia, mecánica similar y que pudiera aguantar el trato duro al que se le somete en las pistas de Marruecos fue el comentario del BriefingMan. “Nos decantamos por el CLK, con la carrocería 208, la antigua, que es más fuerte y fácil de preparar para ello. A partir de ahí, una vez conseguido el coche, nos pusimos a trabajar”, explica el técnico alicantino, que cogió el desafío de inmediato y que forma parte del grupo técnico de la Maroc.
El reto era transformar un turismo de calle en un coche apto para afrontar con éxito las pistas de la Maroc Challenge, es decir, fiable y con buenas aptitudes todoterreno. Julio Tomás recalca que “partimos de un coche que no está pensado para hacer estas cosas. Hay que mejorar lo que hay, con mejores cotas todoterreno, elevar el máximo posible la altura mínima, ángulos de ataque y salida y todo ello sin poner en peligro piezas de mecánica, sobre todo las transmisiones, que es lo que más puede afectar el cambio de altura”.
El proceso es largo, aunque la experiencia de haber construido una serie de Mercedes 190 fue una base muy importante para emprender el proyecto. Había que mejorar la altura del coche, la suspensión y después las protecciones, que son fundamentales. La limitación de altura obliga a proteger con mimo los bajos.
La prueba de fuego para este Mercedes CLK V8 han sido los reconocimientos. “El coche no nos ha dado problemas significativos y ahora hay que revisarlo todo otra vez para mejorar su fiabilidad y robustez. Hay que verificar los posibles desgastes, las holguras y seguir evolucionando y mejorando. Hemos hecho muchos kilómetros de pistas, también de arena e incluso nos hemos atrevido con las dunas. Hay que tener en cuenta que es un coche, con tracción trasera y algunas dunas que hemos hecho no las harían muchos 4×4. En general, estamos muy satisfechos”, indicaba el preparador alicantino, propietario de Talleres Julio Tomás Competición.