Una recomendación importante es beber agua o bebidas embotelladas. Las diarreas no son infrecuentes.
Algunas personas también evitan consumir productos frescos tales como ensaladas.
Sin embargo sería un delito no disfrutar de la gastronomía marroquí. Es cierto que durante la etapa no siempre hay tiempo ni lugares en los que hacerlo, por eso os recomendamos aprovechar los desayunos y las cenas para hacerlo.
Los desayunos suelen consistir en café, crepes con mermelada de dátiles o higos, pan árabe con huevos revueltos, y a veces incluso tartas, galletas, o dulces que varían de una zona a otra.
Piensa que cruzamos un país de extensión similar a España de punta a punta, la gastronomía es cambiante, pero lo común y que no debes perderte es un buen cuscus, un tajín, una sopa (harira, bissara, etc), pescado (en la costa), y todas las variedades de platos de ternera, pollo y especialmente cordero (en pinchos, en albóndigas, en bocata de pan árabe, etc.).